Alba entre nubes cenicientas
airosa surca un sueño mi gaviota
arrancando del azul llantos al viento.
Sueños que dejaron tras de si
triste la boca arder los sentimientos.
Levantaré el tapiz de los océanos
para lanzar sus reflejos de sol al firmamento
y que estallen en nubes de gaviotas
en vuelos siderales
al sur de tus deseos.
Desnuda, limpia como el océano,
alada de belleza peinas sueños,
me hablas en la noche,
desatando barcos que navegan sin timon
desde un sol forjado en la arena
con el oro del crepúsculo.
En tu voz, en la macilenta oscuridad,
vibra un aire de lejanas costas
que me lleva a buscar el deseo,
en cofres de ocultos tesoros,
sólo porque lo mencionaste en el mar
de nuestro sueño gaviota.
Y cuando te quedas dormida,
veo tu perfil contra el cielo
donde murmuran los cometas,
sobre el abrazo del eterno mar azul.
Y al ver tus labios húmedos,
y su dibujo terso de carmesí gaviota,
no tengo nada qué añadir,
pues el mar habla por mi corazón
cuando sus olas rompen,
y rompen sin parar,
como si me dijeran...
... tu nombre