Bichos raros de todas partes hasta aquí llegados, sed bienvenidos. Aquí hallaréis solaz, refugio, descanso para el alma atormentada por el estigma de ser "diferente". Todo está permitido dentro del mutuo respeto; la libre expresión de espíritus inquietos y lenguaraces es el lema de la casa. Nadie podrá mirar a nadie por encima del hombro o con muestras de repudio pues en este lugar todos somos miembros de una misma especie: los casi, pero no aún, extintos Rara Avis.
Si eres un Rara Avis, ¡únete al club!

(Formularios de ingreso, a la Viperina por correo expréss, cada solicitud deberá obtener la aprobación por mayoría mas uno; tontolculos abstenerse porfa)

12 de junio de 2009

Bicho raro, raro

Fijaos lo que he encontrado por ahí,... solito, sin un techo que le cobije, y sin cariño de nadie.
Como lo he visto tan raro, me lo he traído para aquí ¿qué os parece? ¿nos lo quedamos de mascota?

14 de mayo de 2009

Cuándo llegará el verano...

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Cada vez odio más la jodida primavera. Nunca había sentido nada especial por ella, ni frío ni calor, es más si tengo que elegir una época del año en la que me sienta como pez en el agua esa sería el otoño. Pero de unos años a esta parte la primavera está empeñada en tocarme la moral a dos manos, y lo hace a conciencia. Primero fué la alergia a esos bichitos invisibles pero con potencia suficiente para dejarme sin aire cuando a ellos les viene en gana, aunque a esos les da igual la época del año que sea, para ellos siempre es verano y están de perpetuas vacaciones a mi lado incluso cuando se supone que deberían morirse de frío. Y luego están los virus; esos cabrones que por algún motivo que desconozco me tienen un apego fuera de lo normal, y en cuanto me ven pasar saltan sobre mí a ponerse las botas a mi costa. Estas últimas primaveras he disfrutado de la maravillosa compañía de bronquitis, faringitis, otitis y gastroenteritis; vamos, todo lo que termine en itis parece ser que me va como anillo al dedo. Y si no lo pillo yo no importa, porque ya se sabe que estas cosas son altamente contagiosas; así que basta con que uno de los miembros de la familia lo pille para que se extienda como la pólvora, y si alguno de nosotros se libra esa no soy yo, seguro.
Luego está el tema meteorológico, que se supone que desde ya hay que guardar botas, abrigos y jerseys y sacar nuestras pálidas carnes a pasear para que vayan cogiendo colorcito. Ja! Ya sé que la sabiduría popular dice eso de "hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo", pero una cosa es eso y otra que cada día sea una copia del mismo panorama: mañanas semisoleadas con súbitos ataques de calor achicharrante en los que te sobra hasta la ropa interior, nubarrones amenazantes que se acercan hacia el mediodía, y tardes negras que casi cada día culminan en tormentas en las que tiemblan hasta los cimientos y hay que tener la linterna a mano porque seguro que en un momento u otro, se irá la luz.
Resumiendo; que estamos a mediados de mayo y aún no he visto esa maravillosa explosión de color y vida que cada año nos anuncia el corte británico ese, ni he estrenado esos preciosos vestidos ni me he puesto las sandalias fresquitas y supercómodas que tanto me gustan. Lo único colorido que he visto a estas alturas son las sábanas y vestimentas que tiendo en mi terraza día sí y día también, en mi perpetua guerra a los virus malignos y sus consecuencias.
¡Qué engañados nos tienen los anuncios!

30 de abril de 2009

EL CONFESIONARIO DEL PADRE PATXI




SEXO POR COMPASIÓN

¿de que te acusas hermana?
Asi..con mis habitos Santos, padre Patxi, me subí a aquel taxi, y el taxista no paraba de mirarme.
Entonces yo le pregunte por qué me miraba tanto, "Tengo una confesión que hacerle pero no quiero ofenderla"., me dijo.


Querido hijo, no puedes ofenderme, cuentame.
Cuando se llega a mi edad vistiendo estos habitos, ves y oyes de todo.
Estoy segura que no hay nada que pudieras decir que me ofenda.


Siempre he tenido ganas de que una monja realice una fantasía sexual conmigo.
Bueno hijo mio, yo amo a Dios, pero también a ti hermano taxista, en fin...yo amo a todo Dios, veamos que podemos hacer con respecto a eso:
1) tienes que ser soltero, 2) debes ser Católico y 3) debo permanecer virgen.

El hermano taxista se emociono en ese momento, "Si, soy soltero y también Católico!!!"
Entonces apiadándome de el le dije: bueno doble en la próxima esquina a la derecha, hacia el callejón.
Y en aquel sórdido callejón le concedí el deseo de su fantasía. Y me deje follar por el culo cuatro veces.


Pero cuando volvimos a subir al taxi, el hermano taxista comienzo a llorar.
¿Hijo querido, porque lloras?
Perdone hermana pero he pecado. Mentí, debo confesar, soy casado y Judío.
Y no me quedo mas remedio que decirle: "Bueno no te preocupes.

Yo soy Mario voy a una fiesta de disfraces y tengo SIDA"

21 de abril de 2009

No pesan los años, pesan los quilos...

Si la frase no es innovadora, ni a mi parecer acertada, muchas mujeres hemos crecido convencidadas de la veracidad de este slogan, que se mantuvo en television un tiempo bastante prolongado. Y educadas en tal creencia nos fuimos dando cuenta de que aunque nos bebieramos toda la font vella del mundo, la celulitis se seguia asentando en los mismos sitios de siempre, para los neofitos, en muslos, caderas y vientre, que cruz nos cayó encima con la piel de naranja, y la preciada agua no hacia ningun efecto al respecto...
Pero este fin de semana, que en mi pueblo y algunos de los alrededores fue largo, por no decir larguisimo por el jolgorio que nos montamos, me pude dar cuenta, de que los publicistas de Font Vella estaban muy pero que muy equivocados, porque señores, si pesan los años y creo que menos que los quilos, porque estos ultimos los arrastro todos los dias y son llevables... pero los primeros cuando comienzas a forzar la maquinaria te pasan factura, recordandote los muy miserables que ya no tienes veinte años y que los fiestorros, los desmadres, y trasnochar, te da un resacon de aqui no te menees, y al dia siguiente te duelen hasta las pestañas.
Si le sumas el agravante de que no fue solo una noche, sino un maraton, que empezo el viernes y culmino el lunes ya a una hora decente, podreis comprender que hoy arrastraba mis maltrechos años por el mundo como un alma en pena, y es que los quilos no me molestaban, pero esas agujetas, ese encorchamiento de la mente, ese oir en sordina y el sueño me estaban matando, y de esas guisas acudi hoy a mi trabajo. Pero antes de desembarcar en mi comoda y confortable oficina en la que estoy completamente solita y me marco yo el trabajo, lo cual en dias como hoy es todo un lujo al alcance de pocos, me he pasado por la gestoria, por un asuntito que teniamos pendiente desde el viernes anterior en el que todos teniamos unas prisas tremendas por irnos de fiestorro, y he podido comprobar que todos andaban de la misma guisa... que bueno los mas jovenes tambien, eso me ha dado un subidon de aqui no te menees...
A partir de hoy analizare toda la publicidad con lupa, porque anda que no nos engañan como chinos, y nosotros bebiendo agua para ver si no acumulamos quilos de mas, y seguimos acumulando quilos y años a cascoporro... pues ale para qeu lo sepais pesan los años, y los quilos tambien, pero los años no veas, una no se recupera igual en la decada de los treinta proxima a sentarse en la sillita del rey, como lo hacia con veinte... eso si, que me quiten lo bailao que me lo he pasado genial este fin de semana....
A ver si cuando pase las foticos al ordenata os las pongo para que veais como se las gastan los muchachos del levante...

¡¡¡Hasta los ovarios de ellos, joer!!!

No sé lo que he hecho para merecerlo, pero de nuevo he recibido la visita de mis amigos los microorganismos, aunque por mí se podían ir a tomar por donde amarga el pepino, vamos. Cuando ya creía estar fuera de peligro, otra faringitis fulminante me tiene hecha una piltrafilla humana desde hace unos días, con lo que los planes que tenía para esta semana se han ido por el retrete, incluido el cumple de mi hijo.
Como me entere de quién ha sido el desgraciao que me ha echado el mal de ojo, en cuanto recupere las fuerzas va a ir a la hoguera, palabrita. Como ha comprobado nuestro Chache en primera persona, genio y figura hasta la sepultura. Vamos, que hasta estando chunga sigo con ganas de pelea...

15 de abril de 2009

Informática avanzada

SOIS TODOS CAMPEONES DEL ORDENADOR PERO HOY VAIS A APRENDER ALGO.
POR FIN EL MISTERIO SE RESUELVE...COMO SE DESPLAZA LA PEQUEÑA FLECHA DE NUESTROS ORDENADORES CUANDO MOVEMOS EL RATÓN? NUNCA OS HABEIS HECHO LA PREGUNTA? GRACIAS A UNAS HERRAMIENTAS DE ALTA TECNOLOGÍA, ENTENDEMOS AHORA COMO ES POSIBLE!

PARA ENTENDERLO, HACED CLICK EN EL LINK DE ABAJO Y CON LA SUPER LUPA SE HARÁ LA LUZ...
http://2006.1-click.jp/

13 de abril de 2009

MI NUEVA MASCOTA


Desde pequeño siempre quise tener un mono... jajajaja y ahora tengo tres. Esta es mi última adquisición, no me diréis que no está chulo, eh!
Además mirando el lado positivo si algún día le tengo que poner gafas, sin duda me saldrán más baratas...
Se llama Toloveo, y lo sé ahora es un poco feo, pero será como un cisne, cuando se haga mayor se convertirá en el primer monociclope casi na y lo veremos en todos los guinnes del mundo mundial, con unas bonitas gafas de sol de una sola lente y yo estaré a su lado con una amplia sonrisa.

YO CHUNGO TU CHITA

¿Que como estoy? pues chungo, pa que nos vamos a bañar, ¡uy no!, que hace mucha raska, quería decir engañar. y Chungo mas que na, por una barbacuac, (era en territorio galo, a qui, a eso lo llamamos por su nombre, que es.....este.. el de siempre)bueno, sigo, también estoy chungeras por lo de mi primo, ¿que que coño le pasa a mi primo?, pues es algo que lleva arrastrando la familia desde...uffff, bastante tiempo. Os cuento; A mi primo, en cuanto llega la semana santa, le vienen a buscar sus colegas y se marchan por ahí, de marcha, sin aparecer por casa, y la familia sin saber de el, y aparece el domingo siempre hecho un eceomo, y es que mi primo es la ostia.

EL SOBRINO DE DIOS

11 de abril de 2009

GAVIOTA (poema)

Alba entre nubes cenicientas
airosa surca un sueño mi gaviota
arrancando del azul llantos al viento.
Sueños que dejaron tras de si
triste la boca arder los sentimientos.


Levantaré el tapiz de los océanos
para lanzar sus reflejos de sol al firmamento
y que estallen en nubes de gaviotas
en vuelos siderales
al sur de tus deseos.

Desnuda, limpia como el océano,
alada de belleza peinas sueños,
me hablas en la noche,
desatando barcos que navegan sin timon
desde un sol forjado en la arena
con el oro del crepúsculo.

En tu voz, en la macilenta oscuridad,
vibra un aire de lejanas costas
que me lleva a buscar el deseo,
en cofres de ocultos tesoros,
sólo porque lo mencionaste en el mar
de nuestro sueño gaviota.

Y cuando te quedas dormida,
veo tu perfil contra el cielo
donde murmuran los cometas,
sobre el abrazo del eterno mar azul.

Y al ver tus labios húmedos,
y su dibujo terso de carmesí gaviota,
no tengo nada qué añadir,
pues el mar habla por mi corazón
cuando sus olas rompen,
y rompen sin parar,
como si me dijeran...
... tu nombre

Me han hecho la Pascua

Nuna ha sido más acertada la dichosa expresión "hacer la pascua", o lo que es lo mismo pero dicho menos fisnamente, putear. De un tiempo a esta parte vivo en un hospital de campaña. Todo empezó hace cosa de un mes cuando la peque de la familia atrapó una bronquitis de esas que te dejan hecho unas bragas. Como era de esperar a continuación caí yo, pues siendo quien se ocupa del cuidado de los enfermos día y noche tengo todas las papeletas. La bronquitis trajo consigo dos fines de semana sucesivos sin salir de casa, conmigo en cama y con fiebre el segundo de ellos a pesar de hacer un tiempo ideal para salir en family. Unos días después de reponerme de aquello me desperté una mañana de viernes con un dolor demasiado conocido en la garganta y dificultad para tragar. Con la vana esperanza de que fuera una faringitis leve de esas que pasan sin pena ni gloria (ilusa de mí, como si eso ocurriera alguna vez), pasé el día como buenamente pude pero cuál fué mi sorpresa que esa misma tarde mi hijo salió del cole quejándose de dolor de cabeza y malestar. Esa noche tempranito a la cama, chute de paracetamol y a intentar dormir. Intentar, porque el dolor era cada vez peor y para colmo el crío no paraba de quejarse de los mismos síntomas que yo y la fiebre alta no lo dejaba dormir. A la mañana siguiente nombré a mi maromo chofer oficial de la troupe y nos dirigimos en masa a la consulta del médico. Diagnóstico, faringitis infecciosa. Remedio, antibiótico para ambos y mucho descanso. Así que tras pertrecharnos de todo lo necesario en la farmacia, otro finde enterito en cama con fiebre alta, escalofríos, debilidad y toda la pesca. Lo que tienen los antibióticos es que matan a las bacterias malas, pero también joden a las buenas, por lo que no es que el remedio sea peor que la enfermedad, pero sus consecuencias dejan mucho que desear. El estómago hecho un asco, las manos sin fuerza, el cuerpo p'al arrastre, un gustazo vamos. Poco a poco a medida que pasa la semana voy recuperándome del palizón y para el jueves siento que vuelvo a ser yo. El niño está fresco como una lechuga, como si nunca hubiera estado enfermo, y no puedo dejar de maravillarme de la asombrosa capacidad de recuperación de los peques, mientras que a mí cada vez me cuesta más volver a ser persona. Parece que por fin todo vuelve a su ser...
Pues no. Ayer por la mañana la nena se despertó antes de hora quejándose de la garganta y con algo de fiebre. Normal, teniendo en cuenta que se pasó el finde enterito en la cama conmigo y con su hermano, haciéndonos el honor de su ruidosa compañía. Llamadita al medico otra vez, y la recepcionista me dice que no hay horas libres hasta el martes. No puede ser, le digo, mi niña tiene fiebre alta y sospecho que es faringitis, por lo que no puedo esperar al martes. Vale, vengase usted con ella y ya la pasaremos entre paciente y paciente. OK. A las tres y cuarto de la tarde estoy allí como un clavo, la primera, con la (otra vez ingenua de mí) esperanza de ser atendida antes de que comience el turno de las citas previas. El médico llega con media hora de retraso y para entonces la sala de espera está a rebosar. Me armo de paciencia y me leo una tras otra todas las revistas de la mesita, mientras rezo para que no le vuelva a subir la fiebre a la peque mientras esperamos. Al rato aparece una conocida del colegio con su hijo, que trae un trancazo de esos que hacen época. Mientras charlamos de todo un poco el pobre niño sentado al regazo de su madre junto a mí no para de estornudar, y me tengo que reprimir para no sacar un kleenex y ponérmelo a modo de mascarilla. Ya sé que el pobrecillo no tiene la culpa, pero mucho me temo que de aquí a unos días empezaré a sentir una congestión brutal y un moqueo incesante y me voy a acordar del niño y de todos sus familiares, seguro. Después de dos horas y media de ver desfilar hacia la consulta a todo dios, por fin llega mi turno. Entramos y salimos con una otitis y otra recetita de antibiotico, y de nuevo la recomendación de descanso para la nena y nada de salidas con este tiempo de mierda. Después de tomar el antibiotico y el ibuprofeno, la peque ha dormido de tirón (oh, milagro!!!) y vuelvo a respirar pensando que ya está todo controlado. Y una mierda...esta mañana mientras comprobaba que ella no tenía fiebre, el niño se incorpora en su cama y me suelta: me duele la cabeza...temblando, me acerco a tocarle la nuca y la frente, que arden de mala manera mientras que sus manos están heladas. Jurando en hebreo me llevo al niño de nuevo al médico, que tras un examen concienzudo me dice que es algo vírico y que el único remedio es pasar unos días en cama, sin salir, tomando antipiréticos y bebiendo mucho líquido; como si a estas alturas no supiera ya de sobra lo que se debe hacer ante la fiebre...
Y estos han sido mis últimos cuatro fines de semana, recluída en casa en cuarentena entre frascos de jarabes, cajas de kleenex, pastillas para la garganta y otras lindezas. Hoy han comenzado oficialmente las dos semanas de vacaciones de Pascua de mis hijos, así que creo que voy a fumigar mi casa a conciencia y fregarlo todo con betadine, a ver si con un poquitín de suerte conseguimos pasarlas sin volver a visitar a mi queridísimo doctor ni entrar en una farmacia, y sobre todo, salir a la calle a algo más que ir de visita médica.
Que hartita que estoy, dios miooooo...