Como dijo el sabio: “A nadie le huelen sus peos, ni sus hijos le parecen feos”.
No obstante hay gente que a la que le preocupa que el aroma de su caca, tan agradable y familiar para él, pueda causar un efecto desagradable en otras personas.
Para ellos han inventado Whiff, unas pastillas que, tomadas regularmente, hacen desaparecer ese olor. Incluso se le llega a dar un sugerente toque perfumado.
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¡¡¡Joer, como se entere la Marquesa de Chorrapelada de que su sueño puede hacerse realidad, usease, que su mierda huela a Chanel, Dios me libre de cruzarmela!!!Una curiosidad...¿esto no lo habrán inventado los chinos, esos que lo inventan todo, verdad? Anda lo que se aburren algunos...
ResponderEliminarmare mia mare mia, como eso lo descubran las pijas, no se las va a poder toser... oye algunos cuando se aburren piensan en el olor que deja tan natural desperdicio?, porque para inventar una pastillita para esos menesteres
ResponderEliminarJaja, ya lo que nos queda por descubrir no nos sorprenderá.....
ResponderEliminarAbrazos....