Bichos raros de todas partes hasta aquí llegados, sed bienvenidos. Aquí hallaréis solaz, refugio, descanso para el alma atormentada por el estigma de ser "diferente". Todo está permitido dentro del mutuo respeto; la libre expresión de espíritus inquietos y lenguaraces es el lema de la casa. Nadie podrá mirar a nadie por encima del hombro o con muestras de repudio pues en este lugar todos somos miembros de una misma especie: los casi, pero no aún, extintos Rara Avis.
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11 de abril de 2009

Me han hecho la Pascua

Nuna ha sido más acertada la dichosa expresión "hacer la pascua", o lo que es lo mismo pero dicho menos fisnamente, putear. De un tiempo a esta parte vivo en un hospital de campaña. Todo empezó hace cosa de un mes cuando la peque de la familia atrapó una bronquitis de esas que te dejan hecho unas bragas. Como era de esperar a continuación caí yo, pues siendo quien se ocupa del cuidado de los enfermos día y noche tengo todas las papeletas. La bronquitis trajo consigo dos fines de semana sucesivos sin salir de casa, conmigo en cama y con fiebre el segundo de ellos a pesar de hacer un tiempo ideal para salir en family. Unos días después de reponerme de aquello me desperté una mañana de viernes con un dolor demasiado conocido en la garganta y dificultad para tragar. Con la vana esperanza de que fuera una faringitis leve de esas que pasan sin pena ni gloria (ilusa de mí, como si eso ocurriera alguna vez), pasé el día como buenamente pude pero cuál fué mi sorpresa que esa misma tarde mi hijo salió del cole quejándose de dolor de cabeza y malestar. Esa noche tempranito a la cama, chute de paracetamol y a intentar dormir. Intentar, porque el dolor era cada vez peor y para colmo el crío no paraba de quejarse de los mismos síntomas que yo y la fiebre alta no lo dejaba dormir. A la mañana siguiente nombré a mi maromo chofer oficial de la troupe y nos dirigimos en masa a la consulta del médico. Diagnóstico, faringitis infecciosa. Remedio, antibiótico para ambos y mucho descanso. Así que tras pertrecharnos de todo lo necesario en la farmacia, otro finde enterito en cama con fiebre alta, escalofríos, debilidad y toda la pesca. Lo que tienen los antibióticos es que matan a las bacterias malas, pero también joden a las buenas, por lo que no es que el remedio sea peor que la enfermedad, pero sus consecuencias dejan mucho que desear. El estómago hecho un asco, las manos sin fuerza, el cuerpo p'al arrastre, un gustazo vamos. Poco a poco a medida que pasa la semana voy recuperándome del palizón y para el jueves siento que vuelvo a ser yo. El niño está fresco como una lechuga, como si nunca hubiera estado enfermo, y no puedo dejar de maravillarme de la asombrosa capacidad de recuperación de los peques, mientras que a mí cada vez me cuesta más volver a ser persona. Parece que por fin todo vuelve a su ser...
Pues no. Ayer por la mañana la nena se despertó antes de hora quejándose de la garganta y con algo de fiebre. Normal, teniendo en cuenta que se pasó el finde enterito en la cama conmigo y con su hermano, haciéndonos el honor de su ruidosa compañía. Llamadita al medico otra vez, y la recepcionista me dice que no hay horas libres hasta el martes. No puede ser, le digo, mi niña tiene fiebre alta y sospecho que es faringitis, por lo que no puedo esperar al martes. Vale, vengase usted con ella y ya la pasaremos entre paciente y paciente. OK. A las tres y cuarto de la tarde estoy allí como un clavo, la primera, con la (otra vez ingenua de mí) esperanza de ser atendida antes de que comience el turno de las citas previas. El médico llega con media hora de retraso y para entonces la sala de espera está a rebosar. Me armo de paciencia y me leo una tras otra todas las revistas de la mesita, mientras rezo para que no le vuelva a subir la fiebre a la peque mientras esperamos. Al rato aparece una conocida del colegio con su hijo, que trae un trancazo de esos que hacen época. Mientras charlamos de todo un poco el pobre niño sentado al regazo de su madre junto a mí no para de estornudar, y me tengo que reprimir para no sacar un kleenex y ponérmelo a modo de mascarilla. Ya sé que el pobrecillo no tiene la culpa, pero mucho me temo que de aquí a unos días empezaré a sentir una congestión brutal y un moqueo incesante y me voy a acordar del niño y de todos sus familiares, seguro. Después de dos horas y media de ver desfilar hacia la consulta a todo dios, por fin llega mi turno. Entramos y salimos con una otitis y otra recetita de antibiotico, y de nuevo la recomendación de descanso para la nena y nada de salidas con este tiempo de mierda. Después de tomar el antibiotico y el ibuprofeno, la peque ha dormido de tirón (oh, milagro!!!) y vuelvo a respirar pensando que ya está todo controlado. Y una mierda...esta mañana mientras comprobaba que ella no tenía fiebre, el niño se incorpora en su cama y me suelta: me duele la cabeza...temblando, me acerco a tocarle la nuca y la frente, que arden de mala manera mientras que sus manos están heladas. Jurando en hebreo me llevo al niño de nuevo al médico, que tras un examen concienzudo me dice que es algo vírico y que el único remedio es pasar unos días en cama, sin salir, tomando antipiréticos y bebiendo mucho líquido; como si a estas alturas no supiera ya de sobra lo que se debe hacer ante la fiebre...
Y estos han sido mis últimos cuatro fines de semana, recluída en casa en cuarentena entre frascos de jarabes, cajas de kleenex, pastillas para la garganta y otras lindezas. Hoy han comenzado oficialmente las dos semanas de vacaciones de Pascua de mis hijos, así que creo que voy a fumigar mi casa a conciencia y fregarlo todo con betadine, a ver si con un poquitín de suerte conseguimos pasarlas sin volver a visitar a mi queridísimo doctor ni entrar en una farmacia, y sobre todo, salir a la calle a algo más que ir de visita médica.
Que hartita que estoy, dios miooooo...

4 comentarios:

  1. Vaya!!!!
    Eso es un Viacrucis, lo demás es moco de pavo...ahggg, dije moco, jeje, eso de los kleenex,
    me ha contagiado.....

    Pues nada, deberían de cambiar Semana Santa, y ponerla a mediados de Julio....Iban a Sudar bien los costaleros....

    Abrazos....

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  2. Pues si seguimos la regla de tres .... me temo que estas a puntito de caer.
    Este tiempo es un porquería, a mi me mata la cabeza, todos los días con dolor. En fin ta pasara.
    Besitos que lo curan todo.

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  3. Vip, no tenemos remedio... El nombre de este blog nos viene que ni pintao, vaya tela hija, es que somos raros hasta pa ponernos chungos... en vez de hacerlo como todo el mundo en dias laborables, lo tenemos que hacer en festivos.

    Un besote...

    Pd.- Yo en tu lugar compraba un traje antivírico y unas mascarillas de la segunda guerra mundial!

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  4. ains mare nena, y tu dices que lo suelte yo ya, si eso es lo que quiero pero me ha abrazado con fuerza, pero veo que a los tuyos los virus tambien, hay que joerse...besotes espero hayas levantado el hospital de campaña

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